Del miércoles 25 de julio al domingo 29, Comic Con, la convención por excelencia de cultura popular en sentido amplio, se desarrolló en esta ciudad del sur de California, llegando a su nivel pre-pandemia de 135 mil visitantes. Es un carnaval que bien ilustra la imagen de un torbellino que succiona cuanto se cruza por su camino, transformando objetos y personas en cosas disparatadas que luego escupe sin ton ni son: el auto retro de los Fantastic Four atravesando el escenario de Hall H, en el Centro de Convenciones; los edificios contiguos del Gaslamp District literalmente “envueltos” de planta baja a terraza en lienzos publicitarios de películas y series, como Spongebob; disfraces imaginativos, muchos indescrifrables; “homeless” durmiendo en carpas precarias; juguetes de peluche tamaño baño; despliegue policial y de voluntarios para organizar el incesante hormiguero humano; cacofonía de sonidos; colas de cuadras; y un caos generalizado de olores y colores.
El clímax de Comic Con fue la presentación de Marvel, un show de una hora a todo trapo, mezcla de concierto de rock y circo, en el cual Kevin Feige, presidente de Marvel Studios anunció las cinco superproducciones para 2025 y 2026: Captain America: Brave New World, Thunderbolts * (con un asterisco sin explicación por ahora), Fantastic Four: First Steps y los próximos dos Avengers - Doomsday y Secret Wars. Luces psicodélicas, música estridente, 6, 500 fans enardecidos, la presencia insospechada de Harrison Ford y Robert Downey Jr, anunciados en papeles protagónicos. Un espectáculo bien coreografiado, combinando clips y breves conversaciones con los actores, parados en el escenario, sin el formato panel.
No hubo presentación de DC, el brazo de Warner Bros que alberga el universo de Batman,Superman y Wonder Woman, en Hall H. En reorganización económica desde que Warner devino Warner Discovery en 2022, el conglomerado no parece haber alcanzado todavía velocidad de crucero. Tampoco de Paramount, que debe haber gastado una fortuna publicitaria empapelando edificios con los programas de su plataforma; la empresa es objeto de una compraventa complicada desde hace varios meses.
La relación entre Comic Con y Hollywood tiene un componente geográfico – Los Angeles, donde se cocina el bacalao desde los comienzos de la industria, queda a sólo 200 kilómetros - y otro de relaciones públicas y marketing. Desde el desarrollo de las redes sociales a mediados de los 2000, quedó visto que la maquinaria publicitaria podía utilizar este evento para difundir masiva y globalmente sus productos. Hubo ajustes en la última década para contrarrestar publicidad negativa de fans enojados y virales. Pero es el desnorte producido por la pandemia entre el 2020 y 2022, y el tumulto generalizado en Hollywood por los cambios de producción, distribución y exhibición, además de la aparición de un adversario accidental como la inteligencia generativa, quien ha replanteado la relación. El éxito de Comic Con - más allá de la compra y venta de cómics, novelas gráficas, presencia de autores y exhibidores en el cavernoso Exhibition Hall – está predicado sobre la experiencia colectiva de ir al cine, en vez del consumo individual en espacio privado. De allí que como instrumento de marketing y publicidad Comic Con tiene que adaptarse a la realidad cambiante e inestable de Hollywood en la era digital.
Harrison Ford gives the Red Hulk roar in Hall H |
Fede Álvarez - Comic Con photo |
Mash-up: Jedi Barbie |
Fotos de Jonathan Kuntz
Este artículo fue publicado por Ámbito, el diario argentino por quien me acredita como periodista el San Diego Comic Con, el 29 de julio de 2024. https://www.ambito.com/espectaculos/san-diego-celebro-esplendor-la-nueva-edicion-comic-con-n6040671
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